CompuClass

Mis primeras aventuras  en la sala de computo

Llegó el mejor día de la semana, el miércoles, no porque juega la lotería ni porque tenemos , sino porque nos llevan a la sala de cómputo. A mí me gusta ir porque ahí manejo una  con mi amiga Pali. Siempre la profe hace que dibujemos o que juguemos con programas de computadora súper chéveres; con ellos practicamos +  x4  =38  , vemos mapas del  y del mundo,  y videos.


Pero  un día nos pasó algo raro.  Llegamos a la sala  y la profe nos solicitó que encendamos los equipos. Pali y yo hicimos lo de siempre, primero encendimos la , luego el  y esperamos, pero ¡oh no, no pasaba nada!, una pantalla con una línea blanca nada más, no aparecía el mensaje: “Windows está iniciando...” 

Y ahora que hacemos –decía Pali.
Mis compañeros, que habían visto nuestro problema, comenzaron a decirnos:


–“Aviso, aviso que mañana te bautizo…”
Todos  nos  culpaban; Pali y yo  estábamos muy nerviosos  porque  creíamos que habíamos dañado la , incluso Pali estuvo a punto de .


Nuestra profe, muy tranquila, pidió al grupo esperar un momento y les dijo que no era bueno juzgar a nadie antes de conocer lo sucedido. Revisó la  e insertó un en el lector. Después de un momento empezaron a salir unos mensajes que decían: 


“Reparándose…”, se apagó la , se prendió enseguida y comenzó nuevamente a funcionar. Solo fue un problema del sistema operativo Windows. 

La profe nos dijo: 


–Recuerden la lección de hoy: la 
 no funciona si falla el Windows, y la amistad 
y el compañerismo no funcionan si no hay respeto y honestidad.