De paseo con mi familia
Tengo una familia muy numerosa; entre tíos, primos y abuelitos hacemos casi cuarenta personas. Como estaba próximo el feriado de Carnaval, mi familia decidió ir de excursión al Oriente ecuatoriano, pero conocíamos muy poco acerca de cómo llegar, a qué hotel ir, qué lugares turísticos visitar, en fin, teníamos muchas inquietudes.
Mi papá se puso pilas y decidió consultar
en Internet.
Encendió su computadora e ingresó en Google, escribió Oriente ecuatoriano y enseguida aparecieron datos sobre hoteles y lugares turísticos; encontró mucha información de las provincias y sobre lo que podíamos hacer y conocer.
Fue muy fácil hacer la reservación del hotel y planear nuestro
viaje usando Internet.
Salimos en la madrugada; yo me desperté en el bus
camino al Oriente, por la ciudad de Baños, en la provincia de Tungurahua.
Fue una experiencia maravillosa, ya
que el volcán estaba tranquilo; compramos unas ricas
melcochas y atravesamos varios túneles.
Cuando llegamos al Oriente, fue fácil encontrar el hotel, pues los vecinos son muy amables.
De inmediato nos alojamos y salimos a conocer la ciudad, los ríos, la selva amazónica de mi país y todas sus bellezas.
Fue muy chévere, vimos varios monos y unos animales parecidos a los ratones, pero grandes, que se veían muy mansos; también nos tomamos fotos con culebras y hasta tuvimos la oportunidad de viajar por los ríos.
La comida era diferente, pescado cocinado y envuelto en hojas, chicha de yuca, tortillas de yuca y muchas delicias más.
También conocimos las comunidades indígenas, su gente nos explicó cómo vivían, cómo cazaban a los animales y cómo usaban las raíces y hojas de las plantas para curar varias enfermedades.
Fue una de las mejores aventuras que he vivido; ahora comprendo para qué sirve Internet y lo fácil que nos resultó encontrar datos que nosotros no conocíamos.
Y colorín colorado, el CompuCuento ha terminado.
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