CompuCuento

La rebelión de la naturaleza

Cierto día, todos los animales de la selva, de los páramos, de los valles y de todos los
confines del mundo, enviaron a un representante de cada especie a la Asamblea General de la OEA (Organización de Especies Animales)a tratar un solo punto de la agenda de labores: La búsqueda de soluciones por el maltrato a la naturaleza. 

El presidente de la Asamblea, Tito el Búho, da inicio a la asamblea y expone a todos los
asistentes los problemas que están afectando a la naturaleza. Para su presentación, se ayudó de Tefox el Zorro, experto en computadoras y en el programa PowerPoint.

Mientras Tito el Búho decía muy efusivamente su discurso, Tefox daba clic en cada
diapositiva y aparecían nuevas imágenes de la naturaleza, textos que resaltaban y ayudaban a la explicación del búho. Terminada la intervención de Tito el Búho, iniciaron las discusiones de los animales para buscar las causas por las cuales la naturaleza estaba enferma. La Rana, que es conocida como Sabia, manifestó que el gran culpable de todo esto era el hombre, que no respeta a la naturaleza: se lleva el agua, corta los árboles, contamina los ríos y ha dejado a los animales sin lugar donde vivir ni comer; en definitiva, toma todo de la naturaleza y no devuelve nada a cambio.

Todos los animales aplaudieron a la Rana por tan elocuente manifestación. Don Pedro, el Cóndor, tomó la palabra y a pesar de su majestuosidad como el Rey de los Andes, habló con serenidad y humildad. Sugirió que para resolver el problema, todos los animales debían rebelarse contra el hombre.
Toda la Asamblea, de manera unánime, aceptó la propuesta y salieron hacia sus hogares. Al día siguiente, la naturaleza estaba en completo silencio, ya no se escuchó el canto de los pájaros, el aullido de los lobos, ni de los perros, las gallinas no ponían huevos, las vacas ni gota de leche, ni siquiera un muuu… ; en la selva ni un rugido del león, el silencio era total.
El consejo de seguridad de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), preocupado por tan difícil situación, decidió conversar con Tito el Búho para llegar al siguiente convenio: “Nosotros los hombres, que formamos parte del mundo, nos comprometemos a RESPETAR a la naturaleza, a tomar y devolver lo que recibimos, a reforestar, a cuidar el agua, a respetarnos mutuamente y a cumplir con nuestras obligaciones”.
Una vez que el convenio se llevó a la práctica, todo volvió a la normalidad en aquel lugar.





COMPUTACIÓN 
Lic. Tania Vera