Mi primera cédula de ciudadanía
Hola, soy Susy , una alegre niña de primer año de Educación Básica y les contaré algo que me sucedió la semana pasada:
El jueves, mi madre corría por la casa buscando su bolso porque debíamos ir a realizar trámites en las oficinas de la ciudad, pues era el momento de preparar los documentos necesarios para matricularme en el segundo año de Educación Básica.
Rápidamente nos dirigimos a la oficina del Registro Civil, que estaba llena de personas tratando de obtener la cédula y otros documentos personales.
Ahí conocí a Pepe , un niño que, por descuido, perdió su cédula. También encontré a mis vecinos Marco y Rosita, quienes estaban sonrientes pues fueron a esa oficina a casarse ante la ley. Al poco tiempo también escuché el llanto de una niña amarcada por sus padres que esperaba legalizarse para ser una ciudadana.
Todos tenían prisa en ese lugar, pero ventajosamente los trámites no demoraban mucho; por el contrario, eran muy rápidos y ágiles gracias a que las alegres personas que trabajan en esa oficina utilizaban modernas computadoras con y conexión a Internet.
Llegó nuestro turno, mamá entregó mis datos y dos fotografías pequeñas a la señorita de la ventanilla.
La señorita le habló a mi mamá con un pequeño micrófono pues el estaba al otro lado de la ventanilla y con el micrófono se le escuchaba una voz muy clara.
Enseguida me tomaron una fotografía; yo estaba muy nerviosa, tanto que olvidé sonreír.
En la siguiente ventanilla me entregaron mi primera cédula de ciudadanía, yo estaba ansiosa por mirar la fotografía.
No lo podía creer, mi nueva cédula salió calientita y flamante. Agradecimos a las personas que nos atendieron y nos dirigimos a casa para disfrutar de un delicioso almuerzo, preparado por mi mamá en la mañana.
COMPUTACIÓN
Lic. Tania Vera
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