LA TIENDA DE MI BARRIO
En mi barrio, “La Primavera”, existe una tienda de abarrotes muy completa, su dueña es la señora Josefa, pero todos la llamamos, con cariño, doña Pepita. Ella es una persona muy amable y cariñosa, siempre atiende a todos con ternura y, por ello, la gente del barrio la respeta mucho.
La tienda se inició hace unos diez años. Mi papá dice que al principio era pequeña y tenía pocas cosas, pero que con el pasar del tiempo el negocio fue prosperando. Hace dos semanas, doña Pepita retiró el letrero que decía “LA TIENDA DE DOÑA PEPITA” y lo cambió por otro que dice “PEPITA HIPERMARKET”.
El otro día, ingresé a comprar pan y me encontré con que estaban instalando una computadora porque la tienda también iba a ser un centro de cobro de los servicios básicos como luz, agua y teléfono, algo como el “Banco de mi barrio”.
Doña Pepita estaba muy preocupada porque tenía muchos recibos y facturas por todos lados, por más que calculaba y calculaba no le salían los resultados y no sabía cuánto debía pagar, a pesar que, según ella, “sumaba en las sumas, sumaba en las restas y restaba en las sumas”; realmente estaba en un enredo y, para mí, más que un problema matemático, era un trabalenguas que no comprendía.
Mi papá, Diego, quien es un experto en computación, se ofreció a ayudarla. Doña Pepita se puso muy contenta e inmediatamente hizo un lugar entre todos los papeles para que mi papá se pusiera cómodo y empezara con las clases. Papá encendió la computadora portátil e inició el programa Excel. Ese programa me pareció muy raro, tenía muchos rectángulos en la pantalla con letras y números, sin embargo, papá decía que era el programa perfecto para realizar cálculos matemáticos y no confundirse con eso del trabalenguas de las sumas.
Como todo un profesor, mi papá le explicó a doña Pepita cómo utilizar el Excel para realizar los cálculos de las ventas y de las compras diarias, le indicó dónde y cómo ingresar los datos, dónde encontraría el total de las venta y cómo sabría qué debía comprar o pagar.
Doña Pepita estaba muy feliz y agradecida con mi papá por este gran favor, que demostraba lo bueno que es contar con los amigos y lo importante que es vivir en comunidad, ayudándonos y apoyándonos siempre los vecinos del barrio.
Redes Sociales